¿Qué conoces sobre los peelings químicos?

Las exfoliaciones o peelings químicos son tratamientos muy utilizados en dermatología estética. Consisten en la aplicación de una sustancia química sobre la piel con el objetivo de descamar el estrato córneo, que es la capa más superficial de la piel; la normalización epidérmica y remodelar la piel. Con estos mecanismos conseguiremos mejorar la textura de nuestra piel, aumentar su luminosidad, reducir imperfecciones y, además, mejorar o incluso tratar patologías cutáneas que comentaremos a continuación.

Los peelings químicos los clasificamos en superficiales, medios o profundos, según su nivel de acción.

• Los peelings superficiales actúan a nivel epidérmico sin sobrepasar la membrana basal. Además, estimulan la formación de colágeno al activar los fibroblastos.
• Los peelings medios alcanzan la epidermis en su totalidad y la dermis superficial o papilar. Al actuar de forma más profunda sobre el epitelio folicular, se forman nuevas capas de epidermis y se estimula la síntesis de fibras de colágeno y elastina.
• Los peelings profundos eliminan la epidermis y llegan a actuar sobre la dermis media y profunda. Hay también una regeneración epidérmica y síntesis de colágeno y elastina más duradera que en los casos anteriores.

Otro factor diferencial en los tratamientos con peelings químicos son los principios activos utilizados en cada caso. La elección de un determinado principio activo dependerá del objetivo que se pretenda conseguir. También se elegirá la concentración del producto adecuada y el grado de profundidad necesaria para cada caso y según el tipo de piel. En fototipos altos (pieles más morenas), se debe actuar con precaución y sin ser muy agresivos para evitar hiperpigmentaciones secundarias al tratamiento.

Las principales indicaciones para realizarse un peeling químico son hiperpigmentaciones, fotoenvejecimiento, marcas por acné o rosácea, entre otros. Se puede combinar con otros procedimientos de rejuvenecimiento facial. De esta manera, el médico puede utilizar un tratamiento más individualizado para las necesidades de cada caso.

Durante el tratamiento, se puede apreciar una sensación de escozor o ardor en un primer momento al aplicar los principios activos del peeling. Al finalizar el tratamiento, se puede apreciar un enrojecimiento facial, con posible inflamación según la profundidad del peeling realizado. Posteriormente, apreciaremos una descamación o exfoliación de la zona tratada.

Es importante después del tratamiento hidratar bien la cara y evitar la exposición solar directa utilizando fotoprotectores solares. Se recomienda evitar manipular la piel durante la descamación para evitar posibles infecciones secundarias.

La correcta evaluación y consejo por parte de profesionales médicos ayudarán a evitar posibles efectos secundarios durante el tratamiento y a elegir el peeling químico más indicado para cada caso.

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